ALINGA, THE LIZARD MAN, AND HIS BOOMERANG
(This is legend of how Uluru, the aboriginal sacred rock, was formed.)
AT THE BEGINNING OF TIME, Alinga, the Lizard Man, was a great and powerful warrior. Alinga was known and respected throughout the land for his exceptional skill in boomerang throwing.
Such a giant was Alinga and so powerful was his special boomerang, that when he threw it, the boomerang took weeks to come back, sometimes even months.
Alinga was a very patient man. Whenever the boomerang disappeared out of sight, he waited for it. He knew it would return soon.
One day Alinga took his great boomerang and threw it as far as he could. It disappeared for weeks. The weeks turned into months, the months into years… and the boomerang did not return.
Alinga loved his boomerang. Finally, he couldn’t wait for its return, so he decided to go and search for it.
He walked across the desert, up the Northern Territory, but he did not find his boomerang. He turned south.
After many moons, Alinga finally found his boomerang.
It was stuck in the ground. After many sandstorms the giant weapon was turned into the enormous rock, right in the centre of Australia, which the Aboriginal people now call Uluru.
Anxious to return to his people, he left the boomerang there, stuck in the rock, and started his long journey back to his tribe.
Today you can see Uluru, the enormous rock, as it was formed in the desert, back at the beginning of time, in the Dreamtime.
ALINGA, EL HOMBRE LAGARTO, Y SU BOOMERANG
(Esta es la leyenda de como Ulury, la roca sagrada aborigen se formó.)
Al principio de los tiempos, ALinga, el hombre lagarto, fue un gran y poderoso guerrero,. Alinga era conocido y respetado por todos por su destreza excepcional tirando el boomerang.
Tan gigante era Alinga y tan poderoso con su boomerang especial, que cuando lo lanzaba, el boomerang tardaba semanas en volver, a veces incluso meses. Pero Alinga era un hombre muy paciente. Cada vez que perdía de vista a su boomerang, lo esperaba. Sabía que volvería pronto.
Un día, Alinga cogió su gran boomerang y lo lanzó lo más lejos que pudo. Desapareció durante semanas. Las semanas se convierieron en meses, los meses en años… Y así el boomerang de Alinga no volvió…
Alinga quería mucho a su boomerang. Finalmente, no podía seguir esperando a que volviese, así que decidió ir a buscarlo. Cruzó el desierto, por el Territorio Norte, pero no encontró su boomerang. Se volvió hacia el sur. Después de muchas lunas, Alinga finalmente encontró su boomerang. Se había clavado en el suelo. Después de muchas tormentas de área el arma gigante se había convertido en una roca enorme, justo en el centro de Australia, a la cual los aborígenes llamaron ULURU.
Ansioso por volver con su gente, dejó el boomerang allí, pegado a la roca y comenzó su viaje de vuelta a la tribu.
Hoy en día puedes ver Uluru, la roca enrome, como se formó en el desierto.
Drawings by Valle Sánchez Martínez, 2º A: